Bamidbar
29 de Iyar 5760; 3 de Junio 2000
· Nueva Sección:
Preguntas al Rabino
· Haftará
·
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Resumen
de la Parashá
El libro de Bamidbar (En el
desierto) se inicia con la orden de Hashem de que Moshé tome un censo de todos
los hombres mayores de veinte años, con edad suficiente para el servicio
militar. El censo revela una suma de apenas por encima de 600.000 hombres. Los
Levíim se cuentan después, por separado, pues su servicio es especial. Ellos
serán los responsables de transportar el Mishkán y sus accesorios, y de
armarlos cuando la nación acampe.
Las tribus de Israel, cada una
con su bandera, se disponen alrededor del Mishkán en cuatro secciones: al este,
al sur, al oeste, y al norte. Como se separa a Leví, la tribu de Yosef se
divide en Efraim y Menashé, para que haya cuatro grupos de tres tribus cada
uno. Cuando la nación viaja, marchan en una formación parecida al modo en que
acampan. Se establece un intercambio formal entre los primogénitos y los
Levíim, por el cual los Levíim adoptan el rol que habrían cumplido los
primogénitos en el Mishkán, antes del pecado del becerro de oro. El intercambio
se realiza empleando todos los 22.000 Levíim contados, a partir de un mes de
edad en adelante, si bien únicamente los Levíim de edades entre 30 y 50 años
habrán de servir en el Mishkán. El resto de los primogénitos son redimidos con
plata, en una forma parecida a como se los redime hoy en día.
Los hijos de Leví se dividen
en tres familias principales: Gershón, Kehat y Merarí (además de los kohanim,
la división especial de la familia de Kehat). Los hijos de Kehat debían
transportar la Menorá, la Mesa, el Altar y el Arca Sagrada. A causa de su
suprema santidad, el Arca y el Altar pueden ser cubiertos solamente por Aarón y
sus hijos, antes de que los Levíim los preparen para la travesía.
Comentario a la Parashá
"Haz un censo (literalmente: "levanta la cabeza") de los
hijos de Kehat....... según sus casas paternas" (4:1)
Había una vez una princesa que se casó con un rey. El
rey amaba muchísimo a la princesa, y escribió en su contrato matrimonial que le
daría la fortuna de un rey en joyas y palacios.
Poco después de la boda, el rey fue llamado a un
asunto urgente. Antes de partir, le dijo a su joven novia que tal vez estaría
ausente un largo tiempo, pero que ella podía confiar en que él retornaría. Pasó
un mes. Pasaron dos meses. Pasó un año. No hay señales del rey. Después de
cinco años, el pueblo se impacientó y decidió elegir a un nuevo monarca. Le
dijeron a la princesa que se olvidara del rey, que nunca retornaría. Pero ella
respondió que sabía con certeza que él volvería.
Cuando se supo que había subido un nuevo rey al
trono, comenzaron a llegar pretendientes a la puerta de la princesa, con
intenciones de cortejarla. Ella declinó todas las proposiciones. No podía
pensar siquiera en casarse con otro. Finalmente, todo el mundo se olvidó del
rey, excepto la princesa.
Muchísimos años más tarde, el rey regresó. Y se
sorprendió y se alegró enormemente de que la princesa lo hubiese esperado. Le
preguntó: "¿Cómo pudiste serme fiel tanto tiempo?" Ella respondió:
"Cada vez que estaba triste o deprimida, sacaba mi contrato matrimonial y
leía todas las cosas que me habías prometido. Sabía que no era una ilusión,
porque estaba escrito".
D-os es el Rey. El Pueblo Judío es la novia. La
Torá es nuestro contrato matrimonial.
Hace más de tres mil años estuvimos bajo el palio
nupcial junto al Amo del Mundo. Este año, el viernes 9 de junio celebramos
nuestro 3,312º aniversario. No vemos al Rey, pero a pesar de Su
"ausencia", el Pueblo Judío sigue aguardando fielmente Su
"retorno".
¿Qué es lo que nos da fuerza para seguir adelante? El
pacto inviolable que hizo con nosotros en el Sinaí. Desde el momento en que las
naciones renunciaron al retorno del Rey, han tratado de incitar al Pueblo Judío
a que no Lo espere más. Sin embargo, nosotros, en tanto que nación, no hemos
sucumbido a sus adulaciones.
Cada año que pasa, la espera se hace más difícil, y
nos alejamos más del día de la boda, que tuvo lugar hace poco más de tres mil
años. Pero seguimos aquí, sabedores de que Su retorno es inminente.
En la Parashá Bamidbar, la Torá se refiere a Kehat
hijo de Leví. Leví tuvo tres hijos: Guershón, Kehat y Merarí. A sus familias se
les encargaron distintas tareas concernientes a la instalación y transporte del
Mishkán.
Cuando la Torá habla de estas tres familias, lo
hace en un modo un tanto inusual. En el censo de Kehat dice: "Levanta la
cabeza de los hijos de Kehat... a sus familias, a la casas paternas". Sin
embargo, cuando la Torá menciona los hijos de Guershón, agrega la frase
"ellos también". Pero al referirse a su tercer hijo, Merarí, no
menciona en ningún momento la frase "levanta la cabeza".
¿Qué significa todo esto?
Los tres hijos de Leví representan tres áreas en la
historia del Pueblo Judío. Kehat alude a la época en la que el Pueblo Judío ha
de vivir en su propio territorio, concentrado en una misma congregación. El
nombre Kehat proviene del término kehilá, congregación. Durante esta época, la
grandeza del Pueblo Judío fluirá directamente de sus ilustres ancestros,
Abraham, Yitzjak y Yaakov. Por eso "se levanta su cabeza.... a la casa de
sus padres". Su grandeza provendrá de la conexión con los Avot
(Patriarcas).
Luego viene la era de la Diáspora. El nombre
Guershón proviene de la palabra guerush, que significa "exilio". El
Pueblo Judío ha de errar de un lugar a otro, sin hallar nunca un descanso
permanente. No obstante, aún será posible decir "Levanta la cabeza de los
hijos de Guershón, ellos también, a la casa de sus padres". Igual que los
hijos de Kehat, su honra y su distinción también provendrán de su conexión con
sus padres.
La última fase de la historia judía aparece
corporizada en Merarí. Este será el capítulo más amargo, en que se perderán
millones, tanto física como espiritualmente. El nombre Merarí proviene de mar,
que significa amargura (como el maror, las hierbas amargas que se comen en el
Seder de Pésaj).
Cuando se quiebra un matrimonio, lo primero que
desaparece es la celebración de su aniversario. Cuando ataca la parálisis en la
observancia de la Torá, la primera víctima es Shavuot. Pésaj ha sido
inmortalizada con el matzá y el Seder. La circuncisión del Brit Milá es eterna.
La sopa de pollo del viernes a la noche es inamovible. Todo el mundo quiere
sacudir su lulav y su etrog. Pero ¿Shavuot? ¿Qué se hace en Shavuot?
En Shavuot, celebramos nuestro aniversario. En
ésta, la más amarga de todas las épocas, la novia solitaria que aguarda el
retorno del Rey aparece simbolizada en la tribu de Merarí. Al referirse a
Merarí, la Torá no dice "levanta su cabeza", puesto que estas últimas
generaciones no obtienen su honra de su conexión con "sus casas
paternas".
Las generaciones que sobreviven el holocausto del
cuerpo y del alma no necesitan conectarse a sus ancestros para establecer su
valor. Su mérito y su grandeza son obvias.
Son como la princesa que aguarda al Rey.
Midrash, Jatam Sofer en Iturei
Torá
"Hashem le habló a Moshé... diciendo: "Haz un censo de toda la
asamblea de los Hijos de Israel" (1:1,2)
¿Por qué D-os quería que Moshé contara al Pueblo
Judío? ¿Acaso no sabía de antemano cuántos eran?
Imagínate que vuelves de hacer las compras, y tu
esposa saca un paquete de azúcar granulada y empieza a contar la cantidad de
granos de azúcar del paquete. Muy probablemente irías a llamar a un médico. Pero
cuando nos dejan la nota del saldo de la cuenta bancaria en la casilla del
correo, la examinamos cuidadosamente, para asegurarnos de que no se equivocaron
en la cuenta.
Uno cuenta únicamente lo que le importa.
D-os quería que Moshé contara al Pueblo Judío para
demostrarnos cuán importantes somos para El. Porque cada alma judía es
componente esencial de la Creación.
Divrei Jaim
???
Preguntas al Rabino ???
Yonatan de Johannesburgo nso escribe:
Estimado Rabino:
¿Acaso está
prohibido que los hombres usen aros a causa de la prohibición "Lo
ilbash" (que el hombre no debe usar prendas de mujeres)?
Susie de America On-Line nos escribe:
Estimado Rabino:
Soy fanática del
jogging y me resulta prácticamente imposible llevar pollera cuando corro. ¿Estaría
permitido usar pantalones con una pollera encima?
Estimados
Susie y Yonatan:
La Torá dice "Ropas masculinas no vestirán las
mujeres, y el hombre no vestirá prendas femeninas". Las autoridades
halájicas explican que dicha prohibición viene a evitar que los miembros del
sexo opuesto se vistan igual y se mezclen sin poder reconocerse, con fines
prohibidos.
En cuanto a los aros, no parece ser ésa la razón de
la prohibición. El hombre que lleva
ropa de hombres puede ser reconocido fácilmente como un hombre aunque lleve
puesto un aro. Sin embargo, los poskim señalan que estaría prohibido llevar un
aro asociado exclusivamente con el sexo opuesto, aunque no disfrace a quien lo
lleva puesto.
En realidad, la pregunta es: ¿Los aros están
asociados "exclusivamente" con el sexo opuesto? ¿Acaso no hay hombres
que también llevan aros? La definición de lo que constituye una prenda
masculina o femenina se empaña cuando esa ropa generalmente la viste un sexo en
particular, pero también la llevan algunos miembros del sexo opuesto. Le
pregunté a Rabí Jaim Pinjas Scheinberg, shelita, quien dijo que si bien no
recomienda que los hombres usen aros, estaría halájicamente permitido, ya que
hay algunos hombres que los usan.
En cuanto a las mujeres que
usan pantalones, parecería aplicarse lo mismo, siempre y cuando los pantalones
no hayan sido diseñados exclusivamente para hombres. Pero en este caso existe
otro problema más: que el diseño de los pantalones es considerado como falta de
recato para las mujeres. Sin embargo, este problema podría resolverse si se
usara una pollera encima de los pantalones. Rabí Scheinberg, shelita, señaló que está permitido que la mujer lleve
pantalones que fueron diseñados tanto para hombres como para mujeres (como
pantalones de gimnasia) siempre y cuando lleve encima una pollera larga hasta
las rodillas.
Fuentes:
- Devarim 22:5
- Shulján Aruj Ioré Deá 182 y comentarios
- Rabí Ovadia Iosef Iabia Omer tomo sexto.
Pregunta:
En Parashat Terumá, ¿qué tres objetos del Tabernáculo se escriben con
las mismas letras?
Respuesta:
- KPRT - Kaporet (25:17, la cubierta del Arca)
- KPTR - Kaftor (25:33, las esferas ornamentales de
la Menorá)
- PRKT - Parojet (26:31, la
cortina que cubría la parte interna del Santuario).
???¿ALGUNA
PREGUNTA?
Si tiene alguna inquietud sobre leyes o costumbres de su judaísmo, o quiere
aclarar aulguna duda, puede enviarnos su pregunta a spanish@ohr.edu y procuraremos
contestarle lo más pronto posible. Nos reservamos el derecho de publicar las
preguntas y respuestas. No todas las respuestas dadas serán publicadas en
"Judaísmo", pero todas serán respondidas, B´H.
Shmuel I 20:18-42
¨Majar Jodesh¨
La razón obvia por la cual se lee esta Haftará
cuando el Shabat es víspera de Rosh Jodesh se encuentra en el primer versículo,
que afirma que "mañana es Rosh Jodesh".
Este episodio tuvo lugar después de que Saúl
decidiera matar al joven David, que para entonces ya era su yerno, a fin de
evitar la caída de su reinado decadente, y para asegurárselo a su hijo Yonatán.
Sin embargo, Yonatán, el príncipe de la corona era muy amigo de David, y quiso
salvarlo de la muerte a expensas de perder su futuro trono. La haftará narra el
pacto secreto de amistad entre ambos, y el modo en que Yonatán le advirtió a
David que huyera para salvar la vida, a través de una señal que habían
convenido el uno con el otro.
LAS PRIMERAS GENERACIONES
Distintos historiadores y críticos de la Biblia han
tratado de demostrar a través de este episodio que, en la antigüedad, las
personas eran como nosotros, con las mismas faltas morales y las mismas
inclinaciones egoístas, pues, al parecer, el Rey Saúl cometía una grave falta
al tratar de matar a su prójimo para poder mantener su reinado.
Nosotros, en tanto que judíos creyentes, tenemos
una perspectiva muy diferente de las primeras generaciones, que estaban mucho
más cerca de D-os, y que tenían el privilegio de recibir revelaciones Divinas a
través de los profetas. Por consiguiente, creemos que se encontraban por encima
y más allá de los defectos que conocemos hoy en día.
Las acciones del Rey Saúl suelen explicarse
afirmando que, en esa época, la nación necesitaba una monarquía para su
superviviencia y que, con ese propósito, la Torá le ordena al rey que mantenga
su reino, permitiéndole matar a todo el que le presenta un peligro potencial.
Muy por el contrario: al perseguir a David, el Rey Saúl
solamente estaba obedeciendo el precepto de la Torá. Y la prueba es que, si
bien Yonatán se encontró con David tras enviar de regreso al muchacho, no le
advirtió que huyera con sus propios labios, sino que confió en la señal
convenida, pues no deseaba transgredir la ley judía que prohíbe esto, y el
intercambio de palabras entre ambos, en aquel encuentro, fue solamente para
afirmar su pacto de amistad.
Selecciones de fuentes
clásicas en las que se expresa El segundo día de Pésaj, se traía la ofrenda
del Omer al altar del Beit HaMikdash, que consistía de harina de cebada. En
Shavuot, siete semanas más tarde, se ofrendían en el Beit HaMikdash los Dos
Panes que habían sido hechos con harina de trigo. La mishná (Menajot 64b) nos dice que si bien
los cereales utilizados en ambas ofrendas debían provenir de un lugar lo más
cercano posible a Jerusalén, en el caso en que esto no fuera posible, podían
provenir también de lugares alejados de Eretz Israel. En efecto, eso fue lo
que ocurrió durante la guerra civil de los jashmonaim, en la que Aristóbolus
se atrincheró dentro de las murallas de Jerusalén, mientras que su hermano
Hirkonus puso sitio por afuera. Las fuerzas de éste último habían destruido
todas las cosechas de la vecindad de Jerusalén, por lo que se emitió una
convocación preguntando si alguien sabía de dónde podía adquirirse la cebada
para el Omer. Un judío mudo vino y colocó una mano en un
techo y la otra en una choza. Mordejai, famoso por Purim, le preguntó a la
gente si había un lugar llamado Gagot (techos), Tzerifín (chozas) o Tzerifín
Gagot. Se llevó a cabo una búsqueda, y se halló un sitio llamado Gagot
Tzerifín, asegurando así la cebada necesaria para el Omer. Cuando llegó el momento de hallar trigo para
los Dos Panes de Shavuot, siguió la misma escena. Esta vez, el mudo colocó
una mano en el ojo, y la otra en el agujero de la puerta en el que se coloca
el cerrojo. Mordejai preguntó si había un lugar llamado Ayn (ojo), Súkar
(agujero) o Súkar Ain. Así se localizó el sitio llamado Ayn Súkar, y de allí
se trajo el trigo necesario para los Dos Panes. No existe otro registro histórico de estos dos
sitios remotos, que tuvieron su momento de gloria en la historia judía. Pero
el contraste entre los cereales utilizados para el Omer y los Dos Panes
mencionados en este relato nos transmiten un mensaje de gran importancia. Tradicionalmente,
en el Talmud se considera a la cebada como forraje, mientras que el trigo es
el alimento de los seres humanos. El Omer que se traía en la Fiesta de la
Libertad, en Pésaj, proviene de la cebada, puesto que con nuestro Exodo de
Egipto sólo alcanzamos la libertad física, que es una liberación de tipo
animal. Recién en Shavuot, al recibir la Torá, alcanzamos la guía Divina que
nos dotó de inteligencia y de responsabilidad, propias del ser humano. Por
eso traemos nuestros Dos Panes hechos del cereal que es el alimento de los
seres humanos: el trigo. |
Escrito y Recopilado por: Rabino Yaakov Asher Sinclair
Editor y Responsable: Rabino
Moshe Newman
Diseño de HTML: Moises
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