Vayerá
20 de MarJeshván 5761; 18 de Noviembre 2000
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Resumen de la Parashá
Hashem visita a Abraham Avinu
tres días después de su circuncisión. Cuando, tomando forma de hombres, tres
ángeles llegan a su tienda, Abraham se apresura a atenderlos con gran
hospitalidad, apesar de que en el tercer día es cuando la circuncisión causa
más dolor. Sara se ríe cuando oye que va a dar a luz a un hijo varón.
Hashem revela a Abraham que va
a destruir Sodoma y Abraham trata de interceder en favor de esa ciudad para que
Hashem no la destruya. Abraham "regatea" con D-os hasta conseguir que
Hashem esté de acuerdo en no destruir Sodoma si encuentra en ella a diez
hombres justos, pero no los puede encontrar. Lot, su mujer, y sus dos hijas, se
salvan huyendo de la ciudad y una lluvia de azufre y fuego destruye Sodoma y
Gomorra. La mujer de Lot vuelve su cabeza para mirar el espectáculo y es
convertida en estatua de sal. Las hijas de Lot piensan que el mundo está destruído
y que nunca van a tener esposo ni descendientes, entonces deciden emborrachar a
su padre, y tener descendencia através de él. De la hija mayor nace Moav y de
la menor Ammon.
Abraham se muda a Gerar donde
Avimélej arrebata por la fuerza a Sara. Después de que Hashem se le aparece en
un sueño, la deja en libertad, y apacigua a Abraham con regalos. Tal como les
fué prometido, Abraham y Sara tienen un hijo,Yitzjak (Isaac). Abraham da una
fiesta el día que Yitzjak es destetado. Sara dice a su marido que eche a la
esclava Hagar y a su hijo Ishmael de la casa, porque ve en Ishmael señales de
degeneración. Abraham se apena de tener que echar a su hijo pero Hashem le dice
que debe escuchar a Sara en todo lo que ella le diga. Ishmael está a punto de
morir de sed en el desierto, pero un ángel lo rescata y le predice que va a ser
el progenitor de un poderoso pueblo. Cuando Avimélej se da cuenta de que Hashem
está con Abraham, pacta con él una alianza.
Como prueba final, Hashem
ordena que Abraham tome a su hijo Yitzjak, que tiene ahora 37 años, y que se lo
ofrezca como sacrificio. Abraham le obedece a pesar de que haciéndolo pierde la
oportunidad de formar una nación y sobre todo a pesar de que Abraham está
contínuamente predicando contra el sacrificio humano. Cuando Abraham está a
punto de sacrificar a su hijo, Hashem manda a un ángel para que lo detenga. Por
su obediencia sin límites, Hashem promete a Abraham que incluso si el Pueblo
Judío peca, no serán dominados completamente por sus enemigos. La parashá acaba
con una genealogía y el nacimiento de Rivka (Rebeca).
Comentario a la Parashá
“Y El se le
apareció... Hashem” (18:1)
Había una vez un hombre que había
empezado a perder la vista. Al principio no se dio cuenta. Pero luego tomó
conciencia de que no podía leer los postes de tránsito de la ruta sin
entrecerrar los ojos. Prefirió ignorar la situación durante un tiempo. Un día
se sorprendió a sí mismo bajando la ventana del auto para fijarse en el nombre
de una calle que estaba a apenas un par de metros de distancia. Entonces
decidió que era momento de hacerle una visita al óptico.
Tras aproximadamente un cuarto de
hora sentado en la silla de la óptica, en el que sintió como si estuviera
actuando en una nueva versión de El Hombre y la Máscara de Hierro, el óptico
pronunció con suma gravedad: “Ud. necesita anteojos”. “Excelente”, pensó para
sí mismo. “Qué fenomenal la tecnología de hoy en día...”. El óptico le escribió
la receta y un par de días más tarde fue a buscar su nuevo par de anteojos.
Se los puso. El fondo le pareció
más borroso que antes, pero de cerca veía espléndidamente. Es como si alguien
le hubiera vuelto a abrir un mundo que había desaparecido. Al manejar el auto
se maravilló ante la claridad con la que era capaz de avistar los nombres de
las calles.
Algunas semanas más tarde, lo
llamó el óptico. Le preguntó cuándo iba a ir a buscar el estuche de limpieza
que viene de regalo. “¿Qué? ¿Los anteojos hay que limpiarlos?”, preguntó.
Subió al auto y fue al centro, y
pasó a buscar el estuche de limpieza. Colocó un poquito de la solución en los
anteojos y suavemente los frotó con la franela. Esta quedó negra. El óptico
nunca en su vida había visto un par de anteojos tan pero tan sucios.
El hombre se volvió a poner los
anteojos y quedó estupefacto, no tanto por la claridad con la que había vuelto
a ver, sino por el hecho de que casi no se había dado cuenta de lo borroso que
había visto antes. ¿Era posible que hubiese estado caminando mirando el mundo a
través de tanta suciedad y no se hubiese dado cuenta?
“Y El se le apareció (a
Abraham)... Hashem”.
La primera oración de la parashá de esta semana parece estar dada vuelta. ¿Por qué la Torá no dice “Y Hashem se le apareció”?
D-os no se mueve. No cambia. No “aparece” a un momento y “desaparece” al siguiente. Cuando decimos que D-os “aparece” en realidad estamos diciendo que nosotros nos acercamos a El. A nosotros nos parece que El apareció. Es como en las carreras de autos de los jueguitos electrónicos, en los que da la impresión de que el auto avanza, cuando en realidad el auto no se mueve, sino que se mueve el escenario.
Eso es lo que significa el versículo “Yo soy para mi amada y mi amada es para Mí”. En correspondencia a nuestro esfuerzo por acercanos a D-os, en ese mismo grado nos sensibilizamos para percibir Su grandeza. Sentimos una mayor reverencia por El. Eso es lo que se denomina en el lenguaje de los místicos “despertar desde abajo”.
A veces nos cuesta percibir a D-os en el mundo. Pero tal vez no sea porque El esté lejos. Tal vez sea porque nos acostumbramos a un estilo de vida de suciedad espiritual. Tal vez, si usáramos el “líquido de limpieza de D-os”, Su Sagrada Torá, un poco más seguido, nos sorprenderíamos de lo Divino que es este mundo.
Rambam, Moré Nevujim, Or HaJaim, Devash VeJalav en
Iturei Torá
S. Jessel de Toronto, Ontario, nos escribe:
Estimado Rabino:
Según la ley judía, ¿se puede
viajar a 65 millas por hora en una zona de 55 millas por hora?
Estimado S. Jessel:
Le formulé tu
pregunta a Rabí Jaim Pinjas Scheinberg, shlita, quien dijo que está prohibido a
causa del concepto de “Dina De Maljuta Dina”, “La ley civil es la halajá”, y
señaló que hasta podría ser considerado una prohibición de la Torá.
Sin embargo, Rabí Scheinberg
dijo que esto no depende de lo que aparece escrito en los códigos de tránsito,
sino del modo en que se aplica la ley. Si las autoridades no son tan estrictas,
por ejemplo en el caso en que no te van a hacer la boleta si viajas a 65 mph,
entonces estaría halájicamente permitido viajar a esa velocidad, si bien él no
promueve exceder el límite señalado. Pero si, por el contrario, son estrictos y
te cobrarían multa, entonces está prohibido.
El piensa que las
autoridades de los EEUU no son por lo general tan estrictas en un caso como el
que mencionamos, y que, por lo tanto, estaría permitido. ¡Lo cual NO significa
que si recibes una boleta por exceso de velocidad no deberás pagarla!
Esto me recuerda una persona
que fue sorprendida viajando a 75 en una zona de 55. “Pero oficial, ya sé que
iba a 75, lo que ocurre es que mi mujer está por dar a luz, y tengo que
llevarla al hospital lo antes posible”.
“Pero si su mujer no está en
el auto”, dijo el policía.
“¡¡Pero!! ¡Qué cosa! Con tanto apuro, no me fijé
que me estaba olvidando de algo...”
Ed Halper del Dpto. de Filosofía de la Universidad de
Georgia nos escribe:
La
mujer de Potifar y el copero del Faraón se refieren a José como el “hebreo”
(Bereshit 39:14 / 41:12). Y José se refiere a sí mismo como proveniente de la
“tierra de los hebreos” (ídem 40:15). ¿Qué significa “hebreo” ¿Que pertenece a
la familia de Jacob? Por ese entonces, la familia de Jacob era relativamente
pequeña, mientras que los cananeos constituían una nación establecida. ¿Cómo es
posible que todo el territorio de Canaán fuera considerado la tierra de los
hebreos con anterioridad al Exodo y la conquista del país?
Estimado Ed Halper:
El término “hebreo”, ivrí,
proviene de la palabra ever, que significa “del otro lado”. La
Torá emplea este término por primera vez al referirse a “Abraham el Ivrí”. Y
hay tres motivos:
Abraham era un extraño “del
otro lado”. Habiendo nacido al este de Canaán, en Ur Kasdim, Abraham había
llegado del “otro lado” del Río Jordán. Además, Abraham se plantó “del otro
lado”, en oposición al mundo entero, que era pagano. Su reconocimiento del D-os
Unico, y su vehemente renuencia a aceptar la ideología “moderna” lo colocó en
oposición al resto de la humanidad.
Por otra parte, Abraham era
descendiente de Ever, quien era el bisnieto de Shem, hijo de Noé.
Rabí Samson Rafael Hirsch
responde a tu pregunta: “Es de destacar que ya a esta altura el territorio es
llamado ‘la tierra de los hebreos’. La familia de Abraham debió haber sido
considerada tan importante que la tierra en la que vivían era conocida como
territorio suyo”.
Otra posibilidad: Nuestros
Sabios afirman que cuando Noé dividió el mundo entre sus tres hijos, la tierra
de Israel le correspondió a Shem. Más tarde, la conquistaron los cananeos, pero
originariamente había sido habitada por los descendientes de Shem. De allí el
término “eretz
ha ivriim”, la tierra de los hebreos, en alusión a Ever, el
principal descendiente de Shem.
Fuentes:
-Bereshit
14:13
-Rashi,
Bereshit 12:6, basado en Torat Kohanim 20:19
Pregunta????: Hay dos objetos comestibles. El
objeto #1 está prohibido cocinarlo y comerlo, y el objeto #2 está permitido
cocinarlo y comerlo. Se los coloca juntos, y después de un rato, el objeto #1
está permitido cocinarlo y comerlo, y el objeto #2 está prohibido!
¿De qué objetos se trata?
Respuesta: Lawrence Myers envió la primera
respuesta: la carne y la sal. La carne cruda está prohibida cocinarla y comerla
a causa de la sangre que contiene, y la sal, obviamente que está permitida. Pero
si las colocamos juntas, la sal extrae la sangre. Ahora la carne puede ser
cocida y comida, mientras que la sal ha dejado de ser kasher.
Fuentes:
-Shulján
Aruj, Yoré Deá 67:2, 69:11
???¿ALGUNA PREGUNTA?
Si tiene alguna inquietud sobre leyes o costumbres de su judaísmo, o quiere
aclarar aulguna duda, puede enviarnos su pregunta a spanish@ohr.edu y procuraremos
contestarle lo más pronto posible. Nos reservamos el derecho de publicar las
preguntas y respuestas. No todas las respuestas dadas serán publicadas en
"Judaísmo", pero todas serán respondidas, B´H.
Melajim II 4:1-37
Así como la nación de Israel
empezó a existir a través del milagroso nacimiento de Yitzjak de una madre
anciana, así D-os asegura nuestra continuidad con innumerables milagros a lo
largo de la historia.
La haftará de esta semana
narra algunos de los milagros que realizó el profeta Elishá. En una instancia,
la viuda del profeta Ovadia es salvada de un acreedor implacable, cuando su
último jarro de aceite es bendecido en forma maravillosa. Con esa pequeña
botellita ella logra llenar todas las vasijas que hay en la casa con aceite, y
así logra obtener dinero más que suficiente para pagar sus deudas.
En otra instancia, Elisha
les promete a sus ancianos anfitriones un niño, que ha de nacer dentro de ese
mismo año. El niño nace y crece, pero un día se enferma, sufre un colapso y cae
muerto. La madre va a ver a Elisha; Elisha retorna junto a ella y resucita al
niño.
“Y colocó su boca sobre su
boca, sus ojos sobre sus ojos y sus manos sobre sus manos... y el cuerpo del
niño cobró calor” (Melajim II 4:34)
Del mismo modo en que el niño fue
resucitado a través del contacto con el profeta, el pueblo de Israel recobra
vida cuando vive y respira la Palabra de D-os tal como nos la transmiten
nuestros maestros. Lo único que tenemos que hacer es acercarnos, y entonces
sentiremos que cobramos vida, gracias a la calidez de la Torá.
Selecciones de fuentes
clásicas en las que se expresa AZAIKA Se trata de una ciudad no
muy conocida que aparece mencionada en la Guemará (Mesejta Ketuvot 122a). “Si un no-judío entra a un
mercado fuera de Eretz Israel y anuncia que vende frutas de la ciudad de
Azaika, no le creen, porque se sospecha que afirma tal cosa únicamente para
promocionar la calidad de su mercadería”. Rashi explica que Azaika
era una ciudad de Eretz Israel famosa por sus frutos. Si sus frutos son
comprados por judíos fuera de Eretz Israel, se les debe separar el diezmo
antes de poder comerlos. La afirmación del vendedor no debe ser tomada en
serio como causa para separar el diezmo, ya que la mayoría de las frutas que
se venden en ese mercado son de origen local, y se sospecha que el vendedor
inventó el origen de su mercancía a fin de promocionarla mejor. Rabí Shmuel Strashun (Rashash) sugiere que se trata de la Azaika
mencionada en Yehoshúa (10:11), en que el ejército israelita venció a una
coalición de reyes cananeos gracias a las enormes piedras que Hashem hizo
llover desde el Cielo. |
Escrito y Recopilado por: Rabino Yaakov Asher Sinclair
Editor y Responsable: Rabino Moshe Newman
Diseño de HTML: Moises Cohen
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© 1998 Ohr Somayach
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