Terumá
6 de Adar I 5760; 12 de Febrero 2000
· Nueva Sección:
Preguntas al Rabino
· Haftará
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Resumen
de la Parashá
D-os le ordena a Moshé
que construya un Mishkán (Santuario) y le da todas las instrucciones
detalladas. Se pide a los israelitas
que contribuyan con metales preciosos y piedras, telas, pieles, aceite y
especias. En el patio exterior del
Mishkán hay un Altar para los sacrificios de holocausto y una jofaina para lavarse. El Tabernáculo está dividido en dos partes
por medio de una cortina. Unicamente
los kohanim, descendientes de Aarón, tienen acceso a la habitación exterior. En dicha habitación se encuentran la Mesa
del Pan de la Proposición, la Menorá y
el Altar Dorado para el incienso. A la
habitación interna, el Sancto Sanctorum, sólo puede entrar el Kohen Gadol, y
únicamente una vez al año, en Yom Kipur.
Aquí está el Arca que contiene los Diez Mandamientos inscritos en las
dos tablas de piedra que D‑os le dio a la nación Judía en el Monte
Sinai. También se describen en detalle
todos los utensilios y vasijas, así como la construcción del Mishkán.
Comentario a la Parashá
“Que (los Hijos de Israel) tomen para Mí
para porción” (25:1)
¡Qué
casamiento! ¡Qué comida! ¡Qué flores! ¿Viste los vestidos de las damas de
honor! (¿Eran de seda real?)
“Ah,
pero esto no es nada... ¡Tendrías que haber venido a la boda a la que fui la semana
pasada! ¡No sabes! ¡¡Alquilaron una nave espacial y durante la ceremonia los
novios flotaban en el espacio vestidos con trajes de astronauta!!”
“¡Guau!
¡Debe haber sido impresionante!”
“La
verdad que sí, pero qué quieres que te diga, le faltaba ‘atmósfera’...”
Todos
los preparativos para el casamiento tienen un solo propósito: alegrar al jatán
(novio) y la kalá (novia). Pero están aquellos que se centran en los
adornos y se olvidan de lo esencial; los que van solamente a comer y beber,
ignorando lo principal.
Del
mismo modo, este mundo no es más que un salón de fiestas lleno de comida y de
flores y de músicos. Y todo con un sólo propósito: unir a los novios, que el
alma del hombre se case con el Creador. Pero están los que van por la vida como
invitados a un casamiento, saboreando una pata de pollo por aquí y un egg-roll
por allí, olvidándose de lo principal.
“Que
(los Hijos de Israel) tomen para Mí para porción”. Que dejen a un lado lo
superficial y lo superfluo y se conecten constantemente con la esencia. Que se
casen todo el tiempo con la Presencia Divina.
Deguel Majané Efraim
“Y Me harán un Santuario, y Yo habitaré
en medio de ellos” (25:8)
El
todo y las partes mantienen una relación simbiótica. Ambos deben y tomar el uno
del otro. Sin los miembros no puede haber cuerpo. Los miembros conforman el
cuerpo. Pero cuando todos los miembros están conectados y la vida fluye dentro
de ellos, el cuerpo en sí adopta una existencia que es más grande que la suma
de sus partes. Y entonces les devuelve a los miembros el poder de vida.
Lo
mismo ocurre con la Torá y las mitzvot. La Torá es el cuerpo que comprende los
miembros, que son la mitzvot. Sin la Torá, las mitzvot carecen de valor, porque
si la Torá no nos enseñara, no tendríamos idea de cómo se hacen las
mitzvot. Pero, por el otro lado, sin mitzvot la Torá en sí pierde valor, porque
sin la acción, toda la grandeza del estudio de la Torá desaparece.
“Y
Me harán un Santuario, y Yo habitaré en medio de ellos”. A veces, la Torá menciona la
construcción del Mishkán antes de mencionar a sus vasijas e implementos, y a
veces, al revés. Es para enseñarnos que la Torá y las mitzvot conforman un
conjunto indivisible. El flujo de influencia es en ambos sentidos. Uno no puede
funcionar sin el otro.
Le Torá u Le Moadim
“Harán un arca...” (25:10)
En
el reino desierto de Mujtar, todo se transtornó tras el descubrimiento del
petróleo.
El
sheik, ansioso de beneficiar a su pueblo, y , de paso, aumentar su propio prestigio, construyó caminos y
hoteles, palacios y aeropuertos. Tenían todo. Todo... menos agua. El único
líquido que abundaba en Mujtar era negro y viscoso. Oro negro... pero imposible
de beber.
Fuera
de traer un iceberg de la Antártida (idea que aún se hallaba en consideración),
todavía nadie había encontrado una solución.
El
sheik decidió que viajaría a los E.E.U.U., porque los E.E.U.U. eran un país
donde había soluciones hasta para los que no sabían que tenían problemas.
¡Cuánto más para alguien con un problema que era tan fácil de identificar!
El
sheik se hospedó en el Waldorf Astoria cerca de una semana. Cuando llegó el
momento de partir, llamó al botones para que le bajara el equipaje. Al abrir la
puerta de la suite del sheik, el botones se quedó helado.
Allí,
en medio de la habitación, había un gigantesco cofre. Imposible de cargarlo él
solo, dio la media vuelta y fue a buscar refuerzos.
Finalmente,
hicieron falta seis changadores robustos y un camión para llevar el cofre al
aeropuerto Kennedy.
En
la era del equipaje a rueditas, el cofre del sheik parecía un anacronismo
total. Y, como era de esperar, llamó la atención del oficial de aduanas.
“¡Buen
día! Dígame, por favor... ¿qué es lo que lleva en este cofre?”
“No
es nada, oficial, solamente unos cuantos regalos para los que me esperan en mi
país”.
“Ajá...
¿podría abrirlo, si no es molestia?”
“Esto
es absolutamente innecesario, porq...”
“POR
FAVOR abra el cofre”
Al
abrirse la tapa del cofre, el oficial de aduanas quedó como congelado.
Todo
el cofre estaba repleto de canillas, grifos de todos los tipos y de todas las
formas, de acero inoxidable, de cobre, antiguas, modernas... Canillas,
canillas, y más canillas.
“¿Sabe
lo que pasa? Lo que ocurre es que en mi país no tenemos agua. El primer día que
pasé en este país, fui a la cocina y abrí una de estas cosas, y, milagro de
milagros, ¡empezó a salir agua! Por eso, ahora le llevo a mi pueblo este
invento brillante. Ustedes, los occidentales, tienen cada invento... No se
puede negar que tienen cabeza”
Hashem
le dijo a Moshé que fuera a decirle a Betzalel “Haz para Mí un Mishkán (un
Santuario), un Arón (arca sagrada) y kelim (los demás utensilios
del Santuario). Cuando Moshé le dijo a Betzalel, alteró el orden y dijo que
construyera el Arón, los kelim y el Mishkán.
Betzalel
le dijo a Moshé: “Moshé Rabenu, lo lógico es que primero se construya la casa,
y luego se la adorne. Me estás diciendo que primero construya los adornos, las
vasijas, los utensilios, pero ¿dónde los voy a poner?”
¿Por
qué Moshé cambió el orden?
Moshé
no le estaba dando a Betzalel instrucciones de construcción. No le estaba
hablando como un arquitecto habla con el que va a construir la casa. Moshé
estaba hablando en términos conceptuales, enfatizando lo que era la esencia y
el propósito del Mishkán. El Arón era la pieza clave del Mishkán. La palabra
“Arón” proviene de la palabra “Or”, luz en hebreo. El Arón era la luz
del Mishkán, pues contenía a la sagrada Torá, que es la luz del mundo. Sin el
Arón, el Mishkán habría sido una mera cubierta, una
“canilla seca”, sin el agua viva de la Torá Sagrada.
Talmud
Berajot 55a, Rabenu Bejaie, Rabí Uziel Milevsky zt’’l.
???
Preguntas al Rabino ???
Michael@McGill nos escribe:
Shalom Rabino:
¿Por qué D-os no nos habla hoy, como nos
habló en la época de Moisés? Sé que El realiza milagros en forma indirecta (al
salvarnos de la aniquilación de nuestra nación en la inquisición española y el
Holocausto, el establecimiento del Estado de Israel...) pero si El de veras
quisiera que siguiéramos Sus preceptos, ¿por qué no viene y aparece en un fuego
enorme, y nos dice que sigue estando junto a nosotros?
Estimado
Michael:
Tu
pregunta va más allá del tiempo, pero también tiene que ver con el tiempo en que
vivimos (Jánuca 5760): “Quien realizó milagros para nuestros antepasados en
aquellos días en este tiempo”.
Me
gustaría ofrecerte dos respuestas posibles:
Según
el Rambán, en el pasado se obraron milagros tales como la división del Mar Rojo
para enseñarnos que D-os es omnipotente y siempre rige toda la creación. Pero
D-os no realiza milagros en todas las generaciones solamente para impresionar a
los que no creen. No. El realizó milagros en ese entonces, y después nos
encomendó que los recordáramos a través de numerosas mitzvot, tales como la
mezuzá, kriat shemá y Pésaj. Al recordar esos milagros “descubiertos” el
individuo puede también tomar conciencia de los milagros “ocultos”. Uno de los
dogmas básicos de la Torá es la creencia de que todo lo que ocurre es
milagroso, y no mera “naturaleza”.
Por
eso, en respuesta a tu pregunta, Mijael, D-os sí nos está “hablando” todo el tiempo, ¡y hay que estar atentos!
Otra
respuesta posible:
Cuando
las generaciones bíblicas experimentaron milagros, quedaron muy impresionadas y
demostraron su reconocimiento de la mano de D-os viviendo de acuerdo con Su
palabra. Los milagros le enseñaron una
lección a un Pueblo que estaba dispuesto a aprender, y que poseía una fe pura y
absoluta.
Sin
embargo, si hoy ocurriesen milagros, los explicaríamos en forma científica. No
los percibiríamos como milagros, y quedaríamos satisfechos con alguna
explicación de orden natural. Entonces, ¿qué efecto tendrían hoy en día los
milagros? Los milagros son un medio de comunicación, y la comunicación exige
dos lados. Cuando estemos listos para los milagros, cuando seamos capaces de
reconocer que un milagro tenga lugar, entonces vendrán los milagros.
Nuestros
Sabios nos enseñan que debemos “alabarlo por cada vez que respiramos”. Tenemos
que dar gracias por cada latido del corazón, por todas nuestras funciones
vitales, y también por los ciclos cotidianos de la naturaleza. Esto nos enseña
que hay milagros por todas partes, aunque ocurran setenta veces por minuto.
“Pero es algo absolutamente natural”, solemos oír. Pero ése es precisamente el
punto. Lo común, lo natural y lo normal es obra Suya no menos que la división
del mar y la mismísima Creación.
La
ciencia busca lo natural en lo sobrenatural, mientras que la Torá demuestra lo
sobrenatural en lo natural.
Fuentes:
· - Ramban, Shemot 13:16.
???¿ALGUNA
PREGUNTA?
Si tiene alguna inquietud sobre leyes o costumbres de su judaísmo, o quiere
aclarar aulguna duda, puede enviarnos su pregunta a spanish@ohr.edu y procuraremos
contestarle lo más pronto posible. Nos reservamos el derecho de publicar las
preguntas y respuestas. No todas las respuestas dadas serán publicadas en
"Judaísmo", pero todas serán respondidas, B´H.
“Este Templo que contruiste; si sigues
Mis decretos, realizas Mis estatutos y observas todos Mis preceptos...”(6:12)
Así como en la parashá de esta semana la Torá
habla de la construcción del Mishkán, la “residencia” Divina en el
desierto, la Torá también describe el primer Beit HaMikdash, que fue
construido por Shlomó HaMelej (el Rey de Salomón) 480 años después del
Exodo.
Si
bien las estadísticas físicas de la construcción de Shlomó HaMelej son
asombrosas, lo que Le importa a Hashem es que la verdadera construcción debe
surgir del corazón generoso. Eso es lo que Hashem le dice a Shlomó HaMelej en
el versículo que citamos: “No pienses que la construcción de Mi casa es a
través de medios meramente materiales; con el oro y con la plata. Todas ésas
son meras ilusiones, no son el verdadero Beit HaMikdash. Sino que “si sigues
Mis decretos, y realizas Mis estatutos...”, éso es con lo que se
construye en verdad el Beit HaMikdash.
Y
como los “materiales” de su construcción son en realidad espirituales, el Beit
HaMikdash, inclusive después de su destrucción física, y hasta después de que
se desintegraron sus componentes materiales, continúa existiendo:
“Yo habitaré en medio de los Bnei
Israel, y no abandonaré a Mi pueblo Israel”
Kojav mi Iaakov
Escrito y Recopilado por: Rabino
Yaakov Asher Sinclair
Editor y Responsable: Rabino
Moshe Newman
Diseño de HTML: Moises
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