Yitro
22 de Shvat 5760;
29 de Enero 2000
· Nueva Sección:
Preguntas al Rabino
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Resumen
de la Parashá
Al escuchar los milagros que D‑os
hizo para los Hijos de Israel, el suegro de Moshé, Ytró, llegó al desierto, con
la esposa de Moshé y sus hijos, para reunir a la familia otra vez. Ytró está tan impresionado por lo que Moshé le cuenta sobre el éxodo de Egipto,
que se convierte y se une al Pueblo Judío.
Viendo que la única autoridad judicial para la nación es Moshé, Ytró sugiere
que se elijan jueces subsidiados para solucionar los problemas pequeños,
dejando a Moshé libre para atender los grandes temas. Moshé acepta su consejo.
Los Hijos de Israel llegan al Monte Sinai donde se les ofrece la
Torá. Después de que la aceptan, D‑os
le ordena a Moshé que le diga al pueblo que no se acerque a la montaña, y que
se preparen tres días para recibir la Torá.
El tercer día, en medio de truenos y relámpagos, la voz de D‑os
emana de la montaña, y El comienza a hablar al Pueblo Judío, dándoles los Diez
Mandamientos:
1. Creer en D‑os
2. No tener otros dioses
3. No usar el nombre de D‑os en vano
4. Observar el Shabat
5. Honrar a los padres
6. No matar
7. No cometer adulterio
8. No secuestrar
9. No atestiguar falsamente
10.No codiciar
Después de recibir los dos
primeros mandamientos, el Pueblo Judío, abrumado por esta experiencia de lo
Divino, pide que Moshé les transmita la palabra de D‑os. D‑os le ordena a Moshé que advierta al
Pueblo Judío en cuanto a su responsabilidad de ser fieles a Aquél que les habló.
Comentario a la Parashá
VIAJE GRATIS
“Habéis
visto lo que le hice a Egipto, y que os conduje en las alas de águilas y os
traje a Mí. Y ahora, si Me obedecéis y observáis Mi pacto, seréis para Mí el
más preciado tesoro de todos los pueblos...” (19:4)
Cuando una persona empieza a ser religiosa,
recibe una enorme ayuda desde Arriba. Se levanta de un salto de la cama para
ponerse los tefilín (incluso cuando es Shabat). Está impaciente por comer
matzá, por sacudir el lulav, por sentarse en la sucá, y hasta por ayunar en Yom
Kipur.
Se suele decir que cada baal teshuvá
(persona recientemente religiosa) con el tiempo se transforma en un RDN
(Religioso De Nacimiento): de un día para otro, no puede levantarse a la
mañana, a duras penas sale de la cama, enojándose con el reloj de alarma y se
las arregla para formar el último minián de la sinagoga; se sorprende a sí
mismo pronunciando bendiciones sin concentrarse; la mente se va de viaje
mientras reza. El lustre se fue opacando...
Cuando un bebé empieza a caminar, sus padres se
paran al lado para asegurarse de que no se caiga. Pero con el tiempo los padres
retiran su protección. Porque si no, el niño nunca aprendería a caminar. Lo
mismo ocurre en el mundo espiritual. D-os es nuestro Padre. El nos ayuda al dar
los primeros pasos hacia El, igual que el padre con su hijo. Y así como el
padre quita su ayuda para que el niño pueda ser independiente, D-os también nos
quita Su ayuda especial para que podamos llegar solos a la espiritualidad.
A primera vista, el versículo “Habéis visto lo
que le hice a Egipto, y que os conduje en las alas de águilas y os traje a Mí”
no tiene mucha relación con “Y ahora, si Me obedecéis y observáis Mi pacto,
seréis para Mí el más preciado tesoro de todos los pueblos...”. ¿Cuál es la
conexión?
Cuando los Hijos de Israel salieron de Egipto,
recibieron un “viaje gratis” en las “alas de águilas”. Pero para que pudieran
alcanzar el exaltado nivel que D-os quería de ellos, D-os puso fin a esa ayuda
extra. Ahora D-os les decía: “Y ahora, si Me obedecéis y observáis Mi pacto”.
Ahora tendrían que obedecer muy bien y cumplir con el pacto. Ahora empezaba el
verdadero trabajo. Los Hijos de Israel deberían
transformarse en los dueños de su madurez espiritual.
Netziv,
según oímos de boca de Rabí Moshe Zauderer
“En el
tercer mes desde el Exodo de los Hijos de Israel de Egipto, en ese día,
llegaron al desierto del Sinai. Y se trasladaron desde Refidim y llegaron al
Sinai” (19:1)
Una de las características más típicas de nuestra
sociedad es la impulsividad. Todo tiene que ser instantáneo. Café
instantáneo. Exito instantáneo. Espiritualidad instantánea. Hasta el matrimonio
es instantáneo. En ciertos estados de los EEUU, uno puede entrar directo a una capilla matrimonial
(probablemente ya se pueda también entrar con el auto). El cartel en la entrada
reza:
“Si en casarse ha pensado,
he aquí el sitio indicado,
¡entre soltero y salga casado!”
¡Qué diferente de la boda primordial, la unión de
D-os y el Pueblo Judío bajo la jupá (palio nupcial) del Sinai!
“En el tercer mes desde el Exodo de los Hijos de
Israel de Egipto, en ese día, llegaron al desierto del Sinai. Y se trasladaron
desde Refidim y llegaron al Sinai”.
En estos dos versículos hay algo inusual. ¿Por
qué la Torá no nos dice de dónde venía el Pueblo Judío antes de decirnos adónde
llegaron? En realidad, debería haber dicho: “En el tercer mes del Exodo de los
Hijos de Israel de Egipto se trasladaron desde Refidim y llegaron al desierto
del Sinai”.
Cuando ansiamos que algo ocurra, lo único que nos
interesa es dónde va a ocurrir. Nos imaginamos qué aspecto tendrá el lugar,
cómo será el tiempo. ¿Habrá árboles? ¿Los pájaros han de cantar? Todo lo que
conduce al gran evento es secundario. Lo que ansiamos es estar ya en el sitio
en que ha de ocurrir.
La Torá enfatiza aquí el ansia del Pueblo Judío
por alcanzar el sitio designado para su unión con D-os. De dónde venían casi no
tiene relevancia. Lo esencial es adónde llegaron.
La Torá es inevitable. La Torá es lo único de
este mundo que tiene que ser. Así como la Torá tiene que ser, su entrega tiene
que ser de un modo tal que también es inevitable. Sin ningún matiz de
casualidad o coincidencia.
En el tercer mes desde el Exodo de los Hijos de
Israel de Egipto, en ese día, llegaron al desierto del Sinai. El primer
versículo no menciona de dónde venía
el Pueblo Judío, para que nadie dijera que el Pueblo Judío se unió a D-os por
pura coincidencia. Para que nadie dijera que iban viajando de un lugar a otro y
D-os justamente puso ahí la jupá y les dio la Torá en el Sinai, como si Sinai
fuese solamente otra parada más en la ruta. No. El momento y el lugar exactos
de la entrega de la Torá son tan inmutables e inevitables como la entrega
misma.
Gur Arié
“No
codiciarás” (19:14)
¿Cómo se le puede ordenar a la gente que no
codicie? La codicia es una reacción reflejo, ¿o no? Ves a alguien manejando en un
Mercedes 500SL y antes de pensarlo dos veces, las glándulas de la envidia
empiezan a segregar en exceso. La codicia es un reflejo, ¿tengo razón o no?
Había una vez un campesino que esperó parado todo
el día para ver pasar al rey. Por fin, la procesión real se le fue acercando.
El hombre estiró el cuello para poder ver el rostro real. Inmediatamente detrás
del rey venía la princesa a la corona. El campesino se quedó pasmado. La
princesa era la mujer más hermosa que había visto en toda su vida. Tenía rasgos
delicados y pálidos. Todas las mujeres que conocía tenían la piel curtida por
el sol y los dientes arruinados. La vida de los campesinos no es conducente a
la belleza física. Sin embargo, a pesar del bellísimo aspecto de la princesa,
en ningún momento pensó en casarse con ella. Ella estaba tan
por encima de su rango social que ni se le pasó por la cabeza que él se
encontraba en el mismo mundo que ella. Para él, ella
era una realidad etérea perteneciente a otro cosmos.
La raíz de todos los deseos es la creencia
inconsciente de que podríamos conseguir el objeto de nuestro deseo. Si
sentimos que es posible conseguir ese objeto, si sentimos que se encuentra
dentro de nuestra órbita, el paso siguiente es codiciarlo. La mitzvá de no
codiciar nos encomienda que miremos el Mercedes del vecino igual que el
campesino mira a la princesa.
Ibn Ezra, según oímos de boca de Rabí Moshe
Zauderer
???
Preguntas al Rabino ???
Jason de Baltimore nos pregunta:
Estimado Rabino:
Leí que se hizo uso de pruebas genéticas para identificar a algunas
de las víctimas que murieron en el atentado al micro de Tel Aviv, tiempo atrás. ¿Acaso este método
tiene validez halájica?
Estimado
Jason:
Las pruebas genéticas y sus
ramificaciones halájicas están siendo tema de mucho debate en las revistas y
seminarios de halajá médica. Me gustaría tratar de aclarar algunos de los temas
involucrados en esto.
Existe una cantidad de casos en
los que las pruebas genéticas podrían llegar a determinar la identidad, como
por ejemplo:
1. Un caso de paternidad
2. Una familia que quiere
enterrar a un ser querido.
3. Una mujer que quiere obtener
permiso para volver a casarse.
4. Una disputa por una herencia.
Evidentemente que en el caso del tremendo
atentado de Tel Aviv uno de los intereses principales es determinar la
identidad de las víctimas. Hay que verificar que la persona en cuestión en
verdad falleció y es enterrada como corresponde. La mujer no se puede volver a
casar a menos que se cuente con pruebas contundentes de que su marido falleció,
y también es probable que surja el tema de la herencia. ¿Acaso se puede confiar
en la evidencia que proporcionan las pruebas genéticas para determinar la
halajá en estos casos?
Los textos halájicos actuales se
ocupan únicamente de los casos de paternidad. En los casos de paternidad, el
problema surge cuando los resultados de la prueba genética entran en conflicto
con los resultados de los determinantes halájicos prescritos por el Talmud. Por
ejemplo, de acuerdo con el Talmud, se presume que el marido de la madre es el
padre del niño. El carga con la responsabilidad financiera de sustentarlo y
determina su status dentro de la comunidad judía (kohen, levi, etc.). ¿Qué
ocurre cuando los resultados de las pruebas genéticas entran en conflicto con
esta determinación?
La responsa halájica disponible
determina que se debe confiar en los medios talmúdicos a fin de determinar la
identidad y que no se puede confiar en los resultados de las pruebas genéticas.
Consulté a Rabí Jaim Pinjas
Scheinberg, shelita, en forma específica con respecto a si se puede permitirle
a una mujer volver a casarse solamente sobre la base de las pruebas genéticas y
con respecto a utilizar dichas pruebas para resolver disputas que puedan surgir
a causa de la herencia. El me dijo que no hay ninguna base en la halajá
que nos permite tal cosa.
Tal vez uno de los casos más
interesantes del uso de metodología no talmúdica para determinar la identidad
de los muertos haya tenido lugar en el fin de la guerra israelí de la
Independencia. Un grupo de 35 soldados fue enviado como refuerzo en los
Asentamientos de Gush Etzion y todos los integrantes del grupo murieron en
forma trágica. Tras la guerra, sus cuerpos fueron descubiertos en condiciones imposibles
de identificar. A través de un misterioso proceso denominado el “Goral del
Gra”, Rabí Arié Levin zt’’l identificó cada uno de los cuerpos, que fueron
entonces enterrados en la forma debida. El “Goral del Gra” emplea un formato
particular del Jumash y consiste en hojear hacia adelante y hacia atrás las
páginas y luego las columnas, hasta que por fin se elige un versículo en
particular. En cada caso, el versículo escogido identificaba en forma clara a
un soldado caído con un cuerpo en particular.
Cuando le pregunté a Rabí
Scheinberg, shelita, acerca del uso del “Goral ha Gra” a fin de permitirle a
una mujer volver a casarse o resolver disputas monetarias, dijo que no es un
determinante halájicamente aceptable en estos casos.
Esto indicaría que los determinantes
no talmúdicos bastan para satisfacer los requisitos de un entierro adecuado.
Por lo tanto, las pruebas genéticas serían un medio aceptable a fin de
determinar la identidad con el propósito de un entierro apropiado.
En conclusión, las pruebas genéticas
poseen (al menos en la actualidad) validez limitada, y no pueden emplearse como
único medio para determinar la identidad en todos los casos.
Fuentes:
- Nishmat Abraham, del
Dr. Abraham S. Abraham
- Medical Ethics -
Serie de tapes de Halajá, del Rabí Abraham Sauer (de Los Angeles) “Pruebas
Genéticas”.
???¿ALGUNA
PREGUNTA?
Si tiene alguna inquietud sobre leyes o costumbres de su judaísmo, o quiere
aclarar aulguna duda, puede enviarnos su pregunta a spanish@ohr.edu y procuraremos
contestarle lo más pronto posible. Nos reservamos el derecho de publicar las
preguntas y respuestas. No todas las respuestas dadas serán publicadas en
"Judaísmo", pero todas serán respondidas, B´H.
Yeshayáhu 6:1-13; 7:1-6; 9:5-6
La revelación de la Shejiná en el Sinai, que es el tema de la parashá de esta semana, aparece reflejado en la Haftará con la revelación de la Shejiná al profeta Yeshayahu.
POR FAVOR, DESPUES DE UD...
Por lo general, las personas siempre quieren ser
las primeras en todo. Demostrar su superioridad sobre los demás. Esa es la
fuerza que nos conduce a poseer dinero y poder. ¡Yo soy mejor que tú! ¡Tú
estás en segundo lugar!
Y hasta cuando dejamos que los otros tomen el
primer lugar, cuando los colocamos delante de nosotros, por lo general queremos
demostrar cuán exaltados son nuestros rasgos de carácter, vale decir, ¡que
estamos en un nivel más elevado que ellos!
En la kedushá (santidad) que pronunciamos
en nuestros rezos por lo menos dos veces al día, les pedimos prestada una
plegaria a los ángeles, con la que ensalzamos la gloria del Eterno.
Decimos “Santo, santo, santo, es el Señor de las
Huestes. Todo el mundo está repleto de Su Gloria”.
El hombre no es un ángel. Cuando los ángeles
dicen kedushá, empiezan llamándose los unos a los otros, como diciendo: “tú
primero, pues tú eres más grande que yo” Y la respuesta: “No, ¡tú eres más
grande que yo!” Por fin, todos alaban juntos a Hashem.
Los ángeles repiten la palabra “santo” tres
veces. Todo lo que se hace tres veces se considera que tiene permanencia en la
perpetuidad.
Por eso, los ángeles nunca dejan de decir
“santo”, ya que Hashem es infinitamente Santo.
Basado en el Midrash
Selecciones de fuentes
clásicas en las que se expresa Esta famosa ciudad que se encuentra a orillas
del Lago Kineret, y que a veces es llamada “La Capital de la Galilea”, cuenta
con una historia muy interesante concerniente a su nombre y a su destino. En nuestras fuentes clásicas existen diferentes
versiones con respecto al origen del nombre “Tiberia”. El Midrash (Bereshit
Rabá 23:1) se lo atribuye al Emperador Romano Tiberio, quien la nombró en su
honor. Sin embargo, en el Talmud (Meguilá 6a), el nombre original de la
ciudad figura como Rakat, y con respecto al nombre hebreo Tiberia se dice que
se encuentra en el tabur (ombligo) de la tierra (porque después de la
destrucción de Jerusalén la principal comunidad judía se encontraba en la
Galilea), o también que es tová riatá, una bella imagen. Tiberíades fue sitial de grandes yeshivot y fue
la última estación en los diez traslados del Sanedrín. Nuestros Sabios (Rosh
Hashaná 31a) señalan que eso representaba el punto más bajo en la historia de
este augusto cuerpo (que tal vez correspondía a su profundidad por debajo del
nivel del mar) y que la redención de los judíos comenzará con el
reestablecimiento del Sanedrín allí, antes de retornar a Jerusalén. La moderna Tiberíades es una próspera comunidad judía que es foco de
atracción de incontables turistas judíos, tanto locales como de otros países,
quienes llegan al Kineret o van a visitar las tumbas de Rabí Meir,
Maimónides, y otros distinguidos tzadikim. |
Escrito y Recopilado por: Rabino
Yaakov Asher Sinclair
Editor y Responsable: Rabino
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