Ekev

Si los Hijos de Israel son cuidadosos en cumplir aún con las "pequeñas" mitzvot que generalmente "se pasan por arriba", Moshé les promete que serán la nación más bendita de la tierra. Moshé les dice que conquistarán la tierra de Canaan de a poco para que la tierra no sea invadida por animales salvajes antes de que los Hijos de Israel puedan organizar y acomodar toda la tierra. Después de volver a advertirles que quemen todos los ídolos de los dioses canaanitas, Moshé acentúa que la Torá es indivisible y no está abierta a un cumplimiento parcial. Moshé describe la Tierra de Israel como una tierra de trigo, cebada, uvas, higos y rimonin (granada), una tierra de aceitunas y miel de dátiles. Les previene de no hacerse orgullosos y pensar que lo que tendrán en Eretz Israel es un resultado de su propio poder o vigor, sino que deben siempre recordar que fue Dos el que les dió riquezas y éxitos. Dos no sacó a los Canaanitas por la rectitud de los Hijos de Israel, sino que fue por los pecados de los Canaanitas, ya que desde Sinai han cometido pequeños y grandes pecados y rebeliones en contra de Dos y Moshé. Moshé detalla los eventos ocurridos después de que Dos dijo los Diez Mandamientos en el Monte Sinai, culminando cuando bajó las segundas Tablas de la Ley en Iom Kipur. El fallecimiento de Aarón es escrito junto con la elevación de los Levitas al puesto de Ministros de Dos. Moshé destaca que las 70 almas que bajaron a Egipto han aumentado y son como estrellas en los cielos por su abundancia. Después de especificar las grandes virtudes de la Tierra de Israel, Moshé dice el segundo párrafo del Shemá, que conceptualiza la recompenza por cumplir las mitzvot y el castigo por no hacerlo.

En otras palabras: Sólo cuando entiendan que a través de su propia habilidad y sin la ayuda de Dos no podrán sobrepasar a las naciones, entonces no tendrán nada que temer.

Pero si imaginan que van a poder sacar a las naciones con su propio poder, entonces deben empezar a preocuparse, por que Dos no les dará la ayuda necesaria.